jueves, 20 de abril de 2023

El cura amamanta chotos


El cura amamanta chotos
[Aa-Th, 1359)

Esto era una muchacha que no tenía madre, pero padre sí. Y la muchacha se llamaba Mariquita. Y cuando pasaba por los pies del sacerdote, el cura le decía:

– ¡Mariquita, triqui!

Y otro día, otra vez. Y así...

Y se lo contó a su padre.

– Padre, cuando paso por los pies del señor cura me dice ¡Mariquita, triqui!

Y le dice el padre:

– Pues mañana le contestas: ¡señor cura, traca!

Efectivamente, pasó y le dice el cura:

– ¡Mariquita, triqui!

Y le dice ella:

– ¡Señor cura, traca!

– ¿A qué hora, hija? ¿A qué hora?

– A eso de las diez, que no está mi padre en casa.

Llegó la chiquilla y se lo contó a su padre.

Y a la hora que ella dijo el señor cura fue. Y el padre se escondió.

Y aquellas gentes tenían muchos becerros, porque eran muy ricas. Y los tenían en el corral de la casa.

Entra el señor cura, como cosa hecha con la muchacha, cuando sale el padre y lo coge. Saca el tío un becerro y le coge la herramienta al cura y le pone a mamar al becerro. Y el hombre, claro, decía que el becerro le había hecho mucho daño.

Al día siguiente, la muchacha, por escoñarse de él, cuando lo veía:

– ¡Señor cura, traca!

Y el cura no le hacía caso.

Y un día pasó y le dijo:

– ¡Señor cura, traca!

Y dice el cura:

– ¡El que quiera criar becerros, que compre vacas!

 Registrado por Antonio Lorenzo en Corporario (Salamanca), en marzo de 1985, a Joaquina Milanés Martín, de 77 años.