miércoles, 19 de abril de 2023

Las bodas del tío Perico

 

Las bodas del tío Perico

Esto era un gallo muy preparao que iba a las bodas de su tío Perico. Y entonces iba por el camino y se encuentra una moñica que tenía unos granos de trigo.

   Y dice:

   – ¿Pico o no pico?, que voy a las bodas de mi tío Perico. Si pico, me ensucio el pico y no puedo ir a las bodas de mi tío Perico.

   Y volvía otra vez. Pero el caso es que picó. Y camina el camino alante y se encuentra un prao con mucha hierba.

   Y dice:

   – Hierba, límpiame el pico que voy a las bodas de mi tío Periquito.

   Y la hierba no le quiso limpiar el pico. Y camina otro poco adelante y encuentra a una oveja.

   Y la dice:

   – Oye, oveja: come la hierba, porque la hierba no me quiso limpiar el pico y voy a las bodas de mi tío Periquito.

   Y tampoco quiso. Y sigue más adelante y encontró el lobo:

   – Oye, lobo: come la oveja que no quiso comer la hierba, que no me quiso limpiar el pico y voy a las bodas de mi tío Periquito.

   Y tampoco quiso. Y siguió adelante y se encuentra un palo:

   – Oye, palo: mata al lobo, que no quiso comer la oveja, que no quiso comer la hierba, que no quiso limpiarme el pico y voy a las bodas de mi tío Periquito.

   Y tampoco quiso. Sigue un poco más adelante y encontró una lumbre:

   – Oye, lumbre: quema al palo, que el palo no quiso matar el lobo, que el lobo no quiso comer la oveja, que la oveja no quiso comer la hierba, que la hierba no me quiso limpiar el pico, y voy a las bodas de mi tío Periquito.

   Y tampoco quiso. Y sigue otro poco y encontró un río:

   – Oye río: apaga la lumbre, que no quiso quemar el palo, que no quiso matar al lobo, que no quiso comer la oveja, que no quiso comer la hierba, que no quiso limpiarme el pico y voy a las bodas de mi tío Periquito.

   Y tampoco quiso. Camina otros pasos y encontró un burro:

   – Oye, burro: bebe el agua, que el agua no quiso apagar la lumbre, que no quiso quemar el palo, que no quiso matar al lobo, que no quiso comer la oveja, que no quiso comer la hierba, que no quiso limpiarme el pico y voy a las bodas de mi tío Periquito.

Registrado por Antonio Lorenzo en Vilvestre (Salamanca), en junio de 1983, a Águeda González.


martes, 18 de abril de 2023

El labrador sordo



Comienzo este nuevo blog con la intención de ir transcribiendo y dar a conocer y a disfrutar poco a poco de los numerosos cuentos que compartieron conmigo las muchas e inolvidables personas de las que tanto aprendí. Comienzo al azar con uno de ellos recogido en Vilvestre (Salamanca)

El labrador sordo
[Aa-Th, 1698]

Esto era un sordo que estaba arando. Y vio venir a uno y dice: "ahora viene aquél y me dirá que cuánto he arado, y le diré que de lo reciente pacá; me dirá que cuánto he sembrado, y le diré que sobre celemín y medio; me dirá que qué buey puede más, y le diré que el pardo; me dirá que por qué no tiene rabo, y le diré que porque se lo han cortado; me dirá que cuánta agua lleva el río, y le diré que metí la ahijada hasta este nudo; me dirá que por dónde se va al pueblo, y le diré que por esa cuesta parriba".

Cuando llega el otro.
 
– Buenos días nos dé Dios.

– De lo reciente pacá.

– ¡Que no le digo eso: qué buenos días nos dé Dios!

– Sobre celemín y medio.

– ¡Que no le digo eso!

– El pardo.

– ¡Que no le digo eso!

– Porque se lo han cortao.

– ¡Que no le digo eso! ¡Si voy pallá le meto la ahijada por el culo!

– Sí, señor: hasta este nudo.

– ¡Si voy pallá le llevo a los demonios!

– Sí, señor: por esa cuesta parriba.

Registrado por Antonio Lorenzo en Vilvestre (Salamanca), en agosto de 1985, a Leonor Gorjón Notario, de 68 años.